5 cosas que no debes hacer en Barcelona
Un destino turístico que la mayoría de las personas añora visitar es la maravillosa ciudad de Barcelona. Como joya artística y turística de España, la afluencia de visitantes a lo largo del año es constante y considerable. Aunque pensemos que es un lugar donde es imposible decir que no a una invitación o propuesta creativa, vamos a comentarte que hay cosas que no te recomendamos hacer. Entre ellas, actitudes, decisiones que te restarán mucha diversión y planes que no son para nada convenientes. A continuación, hemos seleccionado una lista de cinco cosas que no debes hacer en Barcelona.
No te atiborres de tapas y sangría
La cocina catalana se ha convertido en una de las mejores de España por su originalidad, aura mediterránea y toques de modernidad por la cocina de autor. En una ciudad con más de veinte restaurantes que han sido reconocidos con estrella Michelín, es un golpe bajo que solo te atiborres de tapas y sangría. Una escalivada y una botella de cava cambiarán tus perspectivas.
No subestimes el encontrar entradas para eventos
Una de las cosas que más desagradan a los viajeros es no haber sido previsivos a la hora de conseguir entradas. Sea para ver el espectáculo arquitectónico de la Sagrada Familia o para ver un partido en el Camp Nou, es importante que tomes previsiones. No subestimes el hecho de planificar la obtención de las entradas, porque puede que no las encuentres.
No dejes tus pertenencias al aire
Barcelona es una ciudad poblada, turística y muy ejemplar en cuanto a sus costumbres y atractivos, pero no por esto debes dejar tus cosas a la buena de Dios.
No camines por la calle sin camiseta
Si llegas a ir en verano para recorrer sus largas playas, lo más probable es que te ataque un calor de muerte. Sin embargo, no puedes darte el lujo de recorrer la ciudad sin camiseta. Por este hecho puedes recibir una multa y será un despropósito para tu presupuesto.
No te apresures
Lo más importante… No te apresures. No tienes necesidad de verlo y conocerlo todo. Disfruta de sus pequeños barrios y de la ciudad en sí misma. Es más importante conocer su esencia y agradecer tu paso por sus calles.